miércoles, 11 de enero de 2012

UN PEQUEÑO MOMENTO DE SOLEDAD...







Mientras veo la habitación donde descansamos a oscuras y escucho la forma en la que le cuentas cosas a nuestra hija de los planes para el fin de semana, recuerdo con nostalgia los momentos en los que mi mamá lo hacía conmigo. La música que suena en los parlantes de la portátil me hacen sentir más nostálgica aún. Sentimientos encontradas fluyen a través de mis dedos y esta vez, luego de mucho tiempo, siento nuevamente algo de soledad mientras no estoy sola, esa tristeza efímera de no poder retribuir de la forma en la que se merece tan grata compañía...

Mi isla de recuerdos premeditadamente me pedía una pizca de atención en una tarde que se va convirtiendo en noche. Veo la pantalla alumbrando el anillo de mi dedo anular derecho y nuevamente siento más nostalgia, siendo ahora una madre de familia mi memoria pide un homenaje a los tiempos pasados. Pensando en las fotos con olor a pasado, en las sonrisas grabadas sobre papel, en los videos que tenemos en alguna caja guardada, y en las anécdotas que uno no se cansa de oír en la mesa. Por todos esos momentos que ahora alimentan mi voluntad y le dan fuerzas.
Todo lo que ahora sé se lo debo a la constancia de dos personas. Esto se hace tan confuso si se mira desde otra perspectiva. El tiempo va avanzando y los pasos que doy hacia adelante me van acercando más hacia mi propio origen, tiempos aquellos en los que aún usaba solamente lápiz y el borrador rojo y azul. Tiempos en los que ya me daba cuenta que mis manos no eran útiles para escribir algo con letra bonita o pintar de manera decente, en los que  alguien me tuvo paciencia, como ahora la tenemos con nuestra hija. Tiempos en los que la vida era fácil y uno simplemente se dedicaba fantasear sobre su cama sobre cosas que podría hacer si la imaginación se convirtiera en realidad.

Han pasado aproximadamente 18 años desde esos días, el cabello de mi madre se ha hecho cada vez más canoso,  el amor que uno va sintiendo va madurando, el tiempo aligera el corazón acelerado de las personas jóvenes y convierte nuestros sentimientos efímeros y perennes en marcas de tinta indelebles grabadas para siempre en la superficie de nuestros recuerdos más hermosos.

Sigo escuchando como cantan las protagonistas de mi actual vida la canción que viene sonando ahora y se me vienen más recuerdos a la memoria, canciones antiguas, el techo de una casa alta, alegre porque se estaba en familia, los programas televisivos del año 94, la música de esa época, la ropa que usaba la gente, tiempos en los que la preocupación principal de no haber hecho las tareas del colegio, mi principal debilidad.

Recordando cómo me sentía veo con orgullo a mi pequeñita y escucho como adapta su mente aún en entrenamiento a las ciencias que el ser humano ha ido desarrollando, el orgullo sigue llenando mi corazón de alegría. Me quedo pensando por un momento la manera de definir lo que siento al recordar y ver cómo me presta atencion cuando hablo con ella.

Los años han pasado y van haciendo mi cuerpo viejo y mi corazón cada vez más joven. Todo esto me ha dado una pausa tranquila para poder recrear por unos breves momentos mi vida anterior a esta, el tiempo siendo simplemente hijo...

La noche ha caído ya y solamente espero a que termines de tomar tu mamila  para poder ver la tele juntos, sigo escribiendo y recordando los cabellos sobre tu carita. Absorto ahora en mis pensamientos, mientras mis dedos dejan transcribir lo que tengo grabado a fuego, estoy segura que para siempre, en mi memoria me descubro sonriendo y comparando mi infancia con la tuya, y noto que tenemos muchas similitudes, la forma en la que nos distraemos, en la que fruncimos el ceño cuando estamos concentrados.

Ha pasado un buen rato y me siento sumamente alegre de notar que aún en los momentos en los que escapo del mundo entero para ensimismarme puedes alegrarme la existencia. Sé que esto se aleja un poco de lo que estoy acostumbrada a escribir, que considero poesía, pero el sólo hecho de ver a una padre enseñando y a su hija aprendiendo ya es, de por si, poesía pura, y creo que lo entenderás cuando puedas leer todo aquello en lo que logro convertir un par de ideas dispersas en un momento de inspiración.

Simplemente por ustedes que alegran mi vida día a día, mi hija y mi esposo, las personas que hoy tomo de las manos para seguir mi camino. Los amo como lo que nunca antes existió para el amor. Y para mi familia completa, los gestores de mi felicidad sin límites, que el tiempo los guarde siempre conmigo, como lo hacen ahora que me siento con ganas de tenerlos a todos cerca. Este momento, después de tiempo, de escribir algo es por todos ustedes.

jueves, 20 de octubre de 2011

Esperando por un muerto..

Sus ropas de tiempo añejo, sus ganas de color marchito. Las arrugas que acentúan sus expresiones tristes del tamaño del mundo entero. Su alma con voz agonizante. Su cuerpo de consistencia muerte.

Mirando la gente pasar, el sol ponerse... Su cuerpo desgastarse día tras día. El mismo trajinar triste, la historia eterna del universo cambiante, cuestiones de la naturaleza por las cuales no tiene un objetivo fijo, acorde consigo mismo ni con el mundo entero.

Alza las manos para pedir ayuda, sin embargo todos pasan y lo miran de modo despectivo, y de cada quiénsabecuantas personas alguna de ellas se remite a echarle una moneda. No tiene un sombrero donde las echen, y tampoco vaso ni cuenco, símbolo de su pobreza. Solamente porta como insignia primera su desoladora tristeza, portadora del hambre de su estómago y de su alma, ladrona de su virtud. El propio aire putrefacto que emana de sus pulmones lo hace tiritar, pedir a gritos abrigo, sin embargo nadie lo escucha, por eso perdió el habla, por eso perdió las palabras.

Nadie sabe cuantas cosas pasaron que pudieron haberlo arrojado a pedir dinero, a pedir una cura para su alma con cáncer de depresión, y por supuesto a nadie le interesa; mirando los niños pasar de la mano de sus padres comprende el porqué de sus sonrisas, frunce el ceño y hierve en su sangre el odio, porque envidia su confianza, porque envidia el hecho de exista su compañía mutua.

Sin embargo cuando ve a los niños que, como él, no son más que dueños de su propio cuerpo y alma, piensa el porqué de su castigo, el porqué de que la vida se torne tan dificil para la gente desdichada y sin una sola moneda en el bolsillo zurcido de su pantalón roto. El porqué la gente pierde a sus seres queridos.

La necesidad los volvió egoístas, amargados, malditos, pues vió a tantos pequeños morir de hambre bajo el puente, que es donde duerme, con las cucarachas y las ratas de compañeras y de alimento, sin más abrigo en su cuerpo que su camisa desgastada y su pantalón roto, sin más protección en sus pies que sus zapatos regalados, y ya destapados, dejando a su paso huellas tan profundas como el color de sus ojos.

Después de tanta indeferencia la palabra "gracias" se borró de su vocabulario.

Dejó de mirar al horizonte con esperanza, porque la esperanza simplemente es un acto vano de tratar de que todo parezca mejor, además que la pobreza y la inanición le despojaron de la buena vista.

Las ráfagas de viento con misión de matar buscan ahora los agujeros más grandes de sus ropas insulsas, y es en ese momento cuando extraña los brazos de su madre, las caricias de su mujer y los besos de su hija.

La falta de leche le quitó los dientes, y la falta de amor le arrebató la sonrisa. La vida endemoniada le quitó la posibilidad de conseguir un empleo y la muerte inoportuna le quitó sus motivos de vivir. Huérfano de toda alegría hoy llora porque no tiene otra salida más que esperar que el destino lo arrastre hacia su pronto sueño eterno, ya que él no puede quitarse la vida.





Y lucha por su existencia porque las personas que lo eran así lo quisieron y cada vez que escucha un grito clamando auxilio se le escarapela el cuerpo. Maldice las horas en que tuvo familia, mientras que en otra parte de su mente siente como su corazón llora por aquellos sentimientos tan estúpidos, por haber maldecido lo más hermoso que pudo tener jamás.

No recuerda su muerte, porque podría morir de hacerlo, mientras que yo acecho, mientras que yo espero. Mientras que yo sonrío al ver como su desdicha desgarra sus deseos. Mientras observo como mis actos mutilan su razón de ser.

viernes, 6 de mayo de 2011

Lejos de ti.....


(Esta es una publicacion que se quedo en el tinetero como muchas otras pero es tan parte de mi que decidi publicarla)

Poco a poco fui avanzando a un ritmo más acelerado que el tuyo, poco a poco me fui alejando de tu lado. Sentimientos que no me ayudaban a permanecer contigo, sentimientos que traicionaron nuestro momento sagrado.

El alejamiento infinito de tener que no tenerte que mirar todo el tiempo... La pura y simple ironía de no querer no poder apreciarte noche y día. La nostalgia interminable de tenerte al lado y no saber si estás tan cerca o tan lejos como antes, y las no ganas de querer comprobarlo.

Los momentos a tu lado se tornaron tormentosos y todo alejamiento tuyo era un motivo para ya no extrañarte. Apreciando las cosas de la vida, dejé de apreciarte. Los largos momentos de letargo atados a tu sonrisa, a la capa de ternura que cubría mis sentimientos, las cosas que vivimos, todo ello nos proporcionaba un motivo más para desmerecer esta paz eterna de encontrarte en mis pensamientos a cada momento.

Espero todavía el poder entender el porque de mis acciones pasadas. Pero todo se vuelve tan nublado cuando vuelve el pasado, y todo tan claro cuando aprecio los instantes actuales en los que respiro un nuevo pensamiento.

Recorrí tantos lugares, y desde la primera vez que dejé de tener la necesidad de volver a tu lado, no retorné jamás, no volteé la cabeza ni por un instante. Presenté mis motivos más rimbombantes a tu mirada para no sentirme desgraciada, para no tener que volver a sentirme comprometida, presionada. Aún las cosas más cuerdas se me hacían una inmundicia, el pensamiento de tener que estar contigo por el simple y puro cuento de que los amores eternos sí existen, que no se han acabado.

La razón por la cual no se cuentan a detalle el transcurso entre el amor y la muerte de los famosos amantes de los cuentos de hadas se me hacía muy claro. Solamente bastaba con notar lo extrañamente triste que es estar atada a una historia, la de querer dejar algo a la memoria...

Mi corazón fue creciendo y mis heridas sanando, la sombra de tu alma, que me arrullaba todas las noches, esta vez me oscurecía el frescor de mis años jóvenes. Recorriendo el mundo de tu mano me percaté que todo es diferente estando lejos de tu lado.

Toqué tantos corazones con mis manos desnudas, alcancé a conocer a tantas personas, que por un momento el conocerte se me hizo mundano, avanzando en el sentido del viento me alejé de tu lado, mientras la brisa refrescaba mi espíritu sereno, tan calmo, tan distante y tu amor tan lejano.

Tantas otras realidades conocí mientras guardabas tu distancia, tantas veces me sentí extasiada lejos de tu costado. Convertí otros cielos estrellados en momentos románticos, regalando mi sonrisa a otros testigos de mi mejor argumento, regalando sentimientos arreglados. Tantas bocas me dieron de pronto la bienvenida, mientras que el tiempo pasaba y tu recuerdo quedaba relegado. Tantos días soleados que pasé lejos de ti, tantos momentos en los que ya no te necesité. .


Tanto vivir mi corazón se volvió fuerte, vigoroso, las cosas ahora tenían mas sentido, la cúspide de mis vivencias las viví sin ti, ahora que me siento lejos veo cuánto aprendí. Cuánto tuve que olvidar.

Mi corazón envejeció y mientras eso iba pasando, me sentí triste, me sentí alegre, me sentí eterna y me sentí temporal, de tal forma que todo ahora tiene su lugar. Mientras tanto nunca giré la cabeza para ver cómo habías quedado, nunca lo hice para no recordar las cosas que había pasado a tu lado. Sin embargo esta vez ya con el corazón cansado sentí que era momento de parar, de pausar por un momento.

Mis pasos que recorrieron el mundo entero daban marcha atrás esta vez, haciendo memoria, y pensando en ti, sentí que no pude dejar de pensarte, que todo lo hecho lo había hecho por no estar a tu lado, sentí tantas cosas, cometí tantos pecados, he vivido cosas increíbles y he sentido que todo estaba ordenado. Y ahora que veo que el mundo entero se ha tornado a mi favor. Que todas las cosas vividas por mi vida las había vivido contigo, que todo eso tú lo habías sufrido y yo lo había gozado. Nunca vi tus lágrimas caer por mirar hacia adelante, nunca escuché tu llanto por oírme cantando. Tiempo después noto lo pasado.


Hice tantas cosas para buscar mi verdadero origen, probando miles de sabores de sentimientos para sentirme a gusto, gastando tantos momentos pertenecientes a otras personas, viviendo de almas como un parásito, nada de ese sentimiento de constante pesar había cambiado.


viernes, 15 de abril de 2011

TE AMARE POR SIEMPRE..



-Te Amaré por siempre-


Para leer la carta utiliza la barra
que está dentro de la imagen,
a la derecha ->

Mi querido gran amor:

Esta cartas que tienen algo de humedad y de calor, lo cual nos indica que nuestros mundos se mueven y nos acercan cada vez más a nuestro encuentro.



Nuevamente hay diferentes estaciones, mas para nosotros siempre hay un bello sol dentro de nuestro corazón, porque allí reina el amor más bello que dos personas se pueden entregar.



¡Cúato te amo!
Camino por las calle y pienso en ti, miro los árboles moverse por la brisa de la estación y una suave caricia toca mi rostro; cierro los ojos y pienso "¡Dios! pronto lo tendre entre mis brazos y sentira todo el amor que siento por el, es tan bonito amarte así mi amor...

-Te pienso tanto, amor-



Dicen que las personas que siempre se escriben cartas,

serán amores eternos,
y muchas veces yo también lo pienso así, porque jamás mi pluma se cansa de contarte todo cuanto me pasa en mi vida diaria, y eso tiene mucho valor, porque contigo puedo hablar de todo lo cotidiano; aparte de nuestro amor, hablar también de cosas que están en nuestro diario vivir.


- Nuestro amor es único-
- Un amor sin tiempos ni horarios -

- Un amor de madre a hijo-





Qué bonito será cuando todo esto lo podamos vivir juntos, cuando nuestros ojos se encuentren...

No hay un amor así y lo repito todas las veces que sea necesario, porque si lo buscas no lo hay, habrá mejores, habrá peores, pero como el nuestro no hay nada igual.
-Eres mi único y gran amor-

Sueño con verte amanecer en mis días, sueño ver una primavera-otoño junto a ti para que pongan la tibieza de los rallos de un sol que sólo brilla para nosotros cuando sentimos el frío de la ausencia.

No tengo fechas específicas para escribirte, para regalarte estas letras, para amarte y para sentir este amor...

Cualquier momento del día es bueno para decirte lo mucho que te amo.


Quiero un día compartir todas mis cosas contigo, quiero mirarme en tus ojos y me digas que me amas que estos nueve meses valen la pena. Yo todo lo compartiré contigo, es mi promesa de amor:
Amarte siempre y estar en todas tus cosas contigo.



Te amo amor de mis amores,
te amo con todo mi corazón.




esta carta es dedicada a el pequeño que crece dentro de mi vientre...

lunes, 17 de enero de 2011

LOS LIMITES..

Un límite, una mala palabra, por lo menos para mi. Es una cosa que nunca me ha gustado escuchar, aunque es cierto que todos tenemos un punto donde nuestros nervios explotan y se nos acaba la paciencia, el amor, la bondad, el ser bueno, el odio, la envidia, el miedo, el querer llegar a algo, el cansancio,… Sí ciertamente todo tiene un punto álgido y otro mínimo, pero también es cierto que los podemos alargar un poco con algo de paciencia y fuerza de voluntad. La cual también se nos acaba llegado un límite.

Fastidiosa conclusión ¿verdad? Yo nunca he llegado a comprenderla y eso que tanta retórica es mía y de unos cuantos más, pero nadie me la ha contado para ponerla aquí. Ciertamente todos tenemos un punto de inicio y algún que otro que nos hace desistir, mandarlo todo al diablo (o por donde más te guste) y empezar con algo totalmente nuevo, que llegará a buen puerto o no, dependiendo por completo de lo que estés dispuesto a perder por el camino o si tu balanza de ganancias es mejor que le pérdidas.

“Todo tiene un límite”- una frase popular y hecha, que todo el mundo salta, exhala, dice o nombra, cuando no es capaz de realizar algo o ve a otra persona, que ha superado unas expectativas y se ha rendido algo más por encima de lo que tú harías normalmente. Mi respuesta es puede, pero no lo creo así, soy de un pensamiento muy distinto. Todos tenemos manos, piernas, cuerpo, ojos, mente, imaginación e inteligencia (aunque esto último lo digo con un poco de reticencia al respecto)

¿Qué es un límite personal? Un lugar o línea que no estás dispuesto a cruzar porque te da miedo intentarlo. No todos valemos para tocar el piano como Mozart, el violín como Moha, escribir como Cortázar, pintar como Velásquez o esculpir un David (que supuestamente es el hombre perfecto, pero yo lo dudo mucho, ya que le faltan muchas cosas, entre otras vello corporal y tamaño del miembro viril. Aunque yo no soy crítica de arte y mi modelo masculino de hombre no es el de todas las mujeres.)

Volviendo al tema, puede que no lo hagas, pero si que aprendas, de una forma creativa o imitativa, que no llegues a su nivel, pero que seas capaz de hacer algo decente. Pero nos da miedo o somos vagos. Entre nosotros, dejé de tocar el violín porque era muy vaga para ponerme a ensayar; y eso que decían que tenía futuro. Lo cierto es que me gustaba más escuchar la música que producirla. Pero lo hice durante dos largos años, toqué en una orquesta y…. No me gustó, conclusión del todo ello, lo dejé volar dentro de mis conocimientos para dejar paso a otro que, a mi parecer, eran más fructíferos. También empecé con las técnicas de pintura y, cuando aprendí lo que deseaba, vi que lo único que me dejaba hacer el profesor era copiar cuadros y no me dejaba expresar mi creatividad, lo dejé y continué yo sola mi camino. Me gusto pintar y expresarme por ese medio, es algo a lo que siempre vuelvo y me gusta, pero no tenía ambiciones con ellas, el profesor era una especie de endiosado y yo me negué a seguir pagándole la manutención.

¿Llegué a mi límite con ello? No, simplemente conseguí lo que deseaba. Entendía algo de música (todavía me acuerdo de cómo hacer sonar algunos acordes), comprendí las diferentes técnicas de pintura y seguía sin entender algunos cuadros. Pero en todo ello me aburrí porque había conseguido lo que deseaba con cada una de estas cosas, me dijeron que podía llegar a ser alguien en esos mundos. Quizás lo hubiera sido, el caso es que no me arrepiento y tampoco conocí mis límites. Por un lado porque yo no me los puse, mi mente me dijo que había cosas que me interesaban más, y, por el otro, nadie es pitonisa para poder decirme a mí lo que puedo o no lograr en esta vida.

Las personas cambian y los intereses con todo esto, pero mi curiosidad no se murió con la decisión que tomé. Y lo mejor de ello, es que sigo sin conocer hasta dónde puedo llegar. ¡Eso es lo mejor de una persona! Cuando no conoce el lugar oculto de esa línea que te dice lo que puede o no puede hacer, dónde empieza la realidad y lo que se confunde con pura imaginación. Mi meta, la pongo yo, me aburro en el camino y descanso bajo un árbol de suelo mullido y hojas frondosas, ¿retomaré ese camino o algún que otro sendero llamará mi atención? Eso es lo que desconozco, al igual si ese nuevo paraje se bifurcará en otros muchos y algunas de esas sendas me retomen de nuevo al lugar donde lo dejé en otro lugar.

Todavía no he visto el final de lo que puedo llegar a conseguir, lo que puedo llegar a hacer. Perezosa sé que seré con algunas cosas, pero con otros puedo llegar un pasito más adelante. Cuando me agote, descansaré por un tiempo indefinido y después volveré a tomar mi camino, mis gustos, mis aficiones, mis intereses. Todavía no estoy interesada en caerme por el abismo de mis propios límites, aunque tampoco he sido capaz de ver dónde se ubican.

lunes, 3 de enero de 2011

lo nuevo lo viejo, Me gusta lo antiguo..

Como siempre, llega el fin de año, las promesas incumplidas, un nuevo calendario en la pared, nuevas ideas, nuevas expectativas, proyectos y, sin embargo, todos acabamos continuando aquello que empezamos hace ya mucho mucho tiempo y que nunca nos ha dado por finalizar.

La gran promesa de este año terminar la decoracion de mi casa, o me pondré con aquel libro que nunca terminé y del que sólo escribimos tres capítulos (algunos sólo tienen la idea en la cabeza), dejaré aquel vicio tan feo o perderé unos kilitos de más. El único motivo que tiene para ello es que llega el 31 de diciembre y que el día siguiente es el día 1 de enero, que solamente suma un número más en el año. El resto de la vida sigue igual: tienes que volver al trabajo, a los estudios, continúas en el mismo sitio que hace unas horas y no has hecho nada por ese régimen o en la eliminación del hábito que te está perjudicando. La excusa perfecta es que mañana empiezo, y, por supuesto, aquello que te hizo decir eso en voz alta a penas hace doce horas, se ha esfumado como el humo de la candela cuando se apaga.

Por lo tanto, yo voy a hacer lo de todos los años, no prometer nada de nada, porque mi año nuevo no empieza el día uno de enero, sino más bien un poco ya avanzado el verano, porque me niego a prometerme cosas a mí misma que no voy a cumplir y a engañarme con promesas de una nueva vida, por la que ni siquiera me voy a esforzar en conseguir.

Los deseos son así ¿verdad?, algo que esperas que se cumpla o que venga solo, que un día te llamen por teléfono, toque tu timbre o te lo encuentres por la calle sin ni siquiera haberte preocupado por buscarlo. ¿Cuánta gente ha perdido oportunidades por no querer mirar?

Este año he hecho lo mismo que los anteriores, intentar ser lo más feliz que he podido, he realizado hazañas arriesgándome lo menos posible y, cosas de la vida, me ha salido bien. Ya hace casi dos meses que vivo nuevamnete sola sin casi recursos, lo siguiente fue tener una pareja todo ha salido bien, demasiado, tanto que todavía no me lo creo.

Ciertamente me gusta meterme en berenjenales, como dice mi madre, tras terminar de organizar todo aquello dejó de gustarme mi casa, aquella a la que me había ido a vivir y que estaba a gusto de todos los inquilinos que habían habitado en ella, al principio me conformaba con ello, pero decidí dar una vuelta más de tuerca y cambiarlo todo. Pero ¿cómo? No contaba con efectivo para tanta reformas, menos aún con ganas de buscar y buscar para encontrar algo que medianamente me convencía para colocar, y como siempre pensé en algo que me decía mi madre cuando le pedía algo: “Si no tengo ¿Qué hago? ¡Lo pinto!” Esa era la respuesta, pintarlo o crearlo de la nada, algo de alambre, un poco de pintura, retales de tela, una máquina de coser, visitas a las tiendas de saldo para buscar algo que pudiera transformar y muy poco dinero, era con todo lo que contaba. Así que me puse manos a la obra. Nada de cuadros caros para decorar, posters de películas, firmadas por sus directores o no, cuadros pintados por mi, rosas secas (que ahora estoy pintando y que yo misma transformé en algo un poca más duradero que lo efímero), retales de cortinas y restos que tenía mi abuela, sábanas bajeras de color oscuro que no utilizo, algo de hilo y alambres, ahora no parece lo que son realmente.

Hace poco me sentía como Alicia en el jardín de la reina de corazones, cuando pintaba las rosas de otro color, Eduardo manostijeras convirtiendo algo sin formas y soso en otra cosa diferente y sacando sus formas,… Aunque también me he sentido como un científico loco inventando y cavilando cómo hacer esto o aquello de forma original. Pronto seré un pintor de vidrieras que busca las formas y el color en un anodino cristal traslúcido o un carpintero que hace un mueble de encargo. ¿Quién sabe?

El caso es que este es mi cometido desde hace unos meses, no va a terminar con el fin de año, no me voy a prometer correr para acabarlo lo antes posible, no me daré bulla por verlo todo listo. No hay tiempo, y tampoco se consigue nada corriendo, sólo que nada salga a tu gusto.

Aunque puedo decir lo que me espera este año: seguir con mi vida de siempre, estudiar mucho, entretenerme lo mejor que sepa, seguir inventando cosas, restaurar todo lo que se me antoje, buscaré cosas nuevas, no me lamentaré de no llevar una vida a todo lujo, me esforzaré por ser feliz y hacer feliz a los que me rodean y, sobre todo, no voy a hacer promesas incoherentes con mi forma de ser, quedarme sentada en un sofá esperando que la buena fortuna toque a mi puerta, buscaré mis propias oportunidades y, sobre todo, llevaré mi vida como mejor me parezca, aunque eso me cause berrinches y se me haga cuesta arriba de vez en cuando.

No puedo prometer no cambiar, seguir una forma de vida premeditada, conformarme, no pelear por lo que creo, vivir conforme dictan los demás, ponerme al día con los cotilleos, o dejar de escribir, aunque ahora lo haga muy de vez en cuando. Mi esencia no cambia, pero el olor de puede variar dependiendo del viento que guíe mi vela en ese momento.

Para los que si lo celebran, feliz año nuevo, para los que no, que continúen como hasta ahora, o no, y, para el resto, nos seguiremos viendo por estos lugares recónditos del multiverso, aunque sea de tarde en tarde.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Llega la navidad...


Faltan 8 días para noche buena, parece que el reloj se ha activado cuenta atrás en mi familia, todo el mundo está alterado por las fiesta. Preguntas como:
¿Qué cocino? o ¿Dónde lo vamos a celebrar? Ya están solucionadas, todo ha pasado a un qué me pongo, tengo que comprar, tengo que preparar, la peluquería no tiene cita, que viene todos, espero quedar bien, que haya bastante comida, voy a comprar para hacer una comida para el día siguiente... Y demás tonterías.

Mientras yo intento mantenerme al margen completamente, pero no puedo dejar de oír estas cosas que me ponen tan nerviosa, una y otra y otra y otra vez. Lo peor de todo es que en pocos días, pasadas las fiestas se vuelve a repetir y después todo vuelve a la normalidad. ¡Menos mal!

Creo que mi burbuja se está rescrebajando poco a poco debido a los constantes achaques de todos. ¡Les ha dado por decirme como tengo que arreglar mi casa! A ver si compras unas cortinas nuevas, ese color no me gusta, a ver si pintas las puertas de una vez, cuándo vas a terminar. Y lo más gracioso de todo esto es que se resume en dos frases: la acabaré cuando tenga tiempo y la decoraré como se me antoje, si es que lo hago, que esa es otra.

Como ven, sigo por aquí, todavía no me ha dado un infarto o un ataque de ansiedad debido a estas fechas (que siempre las temo.)

Espero volver a coger mi ritmo de escritura pronto, evitar hacer propósitos que no voy a cumplir para el año que entra y relajarme en algún lugar perdido. Y, en caso de que no pudiera irme, cerrar mi casa a cal y canto, apagar los celulares y desconectar los teléfonos y quedarme en el más pleno aislamiento.

felices fiestas a todos.